La primera frase del anuncio del 19 de enero de 2012 sobre la quiebra de Kodak en el New York Times lo resumía a la perfección: «Eastman Kodak, la empresa con 131 años de antigüedad, pionera en película fotográfica, que lleva años con dificultades para adaptarse a un mundo digital creciente, presentó una solicitud de declaración de quiebra a primera hora del jueves».

