lunas_book_shelf

33%
Flag icon
Sabía que debía soltarlo, pero no quería hacerlo. Hacía un frío intenso y punzante, aunque Rhys tenía la mano cálida, la piel suave. Y era grande. Y encajaba perfectamente con la mía. Y nunca había imaginado que un acto tan sencillo pudiese ser tan reconfortante. Hacía que el estómago se me pusiese del revés, pero al mismo tiempo me resultaba familiar, cercano.
Nosotros en la luna
Rate this book
Clear rating
Open Preview