Eduardo Arriagada

21%
Flag icon
Habría que esperar hasta la invención de la escritura y de los libros para que algunos escritores —siempre en minoría— empezasen a hablar con la voz de los díscolos, los rebeldes, los humillados y ofendidos, las mujeres silenciadas o los apaleados y feos Tersites.
El infinito en un junco
Rate this book
Clear rating
Open Preview