En los muros y casas de Pompeya —engullida y conservada por la erupción del Vesubio en el año 79—, los arqueólogos han descubierto inscripciones que incluyen obscenidades, chistes, eslóganes políticos y anuncios de burdeles. Esos grafitis revelan la existencia de una población de clase media o media-baja capaz de comprender la letra escrita.

