Fuera del mundo cristiano, los pioneros del cambio fueron los profesionales del derecho, ya que el libro de páginas les ayudaba a localizar más rápido artículos concretos en los repertorios de leyes. Precisamente la recopilación legal ordenada por el emperador Justiniano fue llamada el Código —es decir, el códice por antonomasia—, legando a la posteridad ese

