Hay un pasaje de las Historias que me atrapó y me maravilló desde la primera lectura. En él se sugiere que la personalidad de cada uno de nosotros está modelada —más de lo que nos gusta admitir— por los hábitos mentales, la repetición y el chovinismo: «Si a todas las personas se les diera a elegir entre todas las costumbres, invitándoles a escoger las más perfectas, cada cual escogería las suyas; tan sumamente convencido está cada uno de que sus propias costumbres son las más perfectas.

