Iban todos los días a la universidad a mantener acalorados debates sobre libros que no habían leído. Ahora entiende que sus compañeros de clase no son como él. Para ellos es sencillo tener opiniones, y expresarlas con confianza. No les preocupa quedar como unos ignorantes o unos engreídos. No son tontos, pero tampoco mucho más inteligentes que él. Es solo que se mueven por el mundo de otra manera. Seguramente nunca llegará a comprenderlos del todo, y sabe que ellos nunca lo comprenderán a él, ni lo intentarán siquiera.

