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Kindle Notes & Highlights
cosas como una comida sana, un paseo rápido, pausas frecuentes y una jornada laboral ligeramente reducida ayudaban a mantener los niveles de energía altos, lo que resultaba en un trabajo mejor y más eficiente.
El primer paso es escoger una única prioridad (highlight) como plato fuerte del día. A continuación, emplearás tácticas específicas para mantenerte enfocado como un láser (laser) en esta prioridad —te ofreceremos un menú de trucos para vencer las distracciones en un mundo continuamente conectado—. A lo largo del día, acumularás energía (energize) para que puedas controlar tu tiempo y tu atención. Finalmente, reflexionarás (reflect) acerca del día tomando unas cuantas notas muy simples.
Cada día elegirás una única actividad que priorizar y proteger en tu agenda.
recargar tu batería con tiempo dedicado al ejercicio, la comida, el sueño, la tranquilidad y el cara a cara.
antes de irte a la cama, tomarás unas notas. Es muy simple: decidirás con qué tácticas quieres continuar y qué tácticas quieres pulir o abandonar.
Las metas a largo plazo son útiles para orientarte en la dirección correcta, pero hacen que sea difícil disfrutar del tiempo que le dedicas a ellas.
Queremos que empieces cada día pensando en qué quieres colocar el foco.
La primera estrategia tiene que ver con la urgencia: ¿Qué es lo más urgente hoy?
busca proyectos que estén condicionados por el tiempo, que sean importantes y que sean medianos —es decir, que no se hagan en diez minutos pero que tampoco necesites diez horas para realizarlos—.
Tu Prioridad urgente puede ser una de estas: •Hacer un presupuesto y enviarlo al cliente que lo espera a finales de semana. •Pedir propuestas de catering y recintos para un evento que estás organizando en el trabajo. •Preparar la cena antes de que lleguen tus amigos. •Ayudar a tu hija a terminar aquel proyecto que tiene que entregar mañana. •Editar y compartir esas fotografías de las vacaciones que tu familia está deseando ver.
La segunda estrategia para elegir la Prioridad se basa en pensar en tu satisfacción. Al final del día, ¿qué Prioridad me dará más satisfacciones?
Busca actividades que no sean urgentes. Al contrario, considera aquellos proyectos que has intentado hacer pero que nunca has encontrado el tiempo para hacerlos.
Te proponemos unos ejemplos de Prioridad satisfactoria: •Terminar la propuesta para un nuevo proyecto por el que estás entusiasmado, y compartirlo con algunos compañeros de confianza. •Buscar destinos para tus vacaciones en familia. •Escribir 1.500 palabras del siguiente capítulo de tu novela.
La tercera estrategia se basa en la alegría: Cuando piense en el día de hoy, ¿qué me aportará más alegría?
Aquí te proponemos algunos ejemplos: •Ir a la fiesta de inauguración de la nueva casa de tu amigo. •Perfeccionar una canción nueva con la guitarra. •Ir a comer con ese compañero tan gracioso. •Llevar a tu hijo al parque.
la mejor manera de escoger una Prioridad es confiar en tu intuición a la hora de decidir si para hoy es mejor una Prioridad urgente, una alegre o una satisfactoria.2
Una regla que no falla es escoger una Prioridad que te tome de sesenta a noventa minutos.
Algunas son cosas tan cotidianas como planear tu Prioridad (#1), y otras son ocasionales, como encadenar una Prioridad tras otra hasta conseguir una especie de esprint personal (#7).
recuerda el mantra «escoge, prueba, repite».
céntrate en una táctica a la vez. Si funciona, conviértela en una rutina.
si anotas tus planes: es más probable que ocurran las cosas si las escribes. Si pretendes ganar tiempo para tu Prioridad, empieza anotándola. Haz que anotar tu Prioridad sea una rutina diaria y simple. Puedes hacerlo a cualquier hora, pero al anochecer —antes de irte a la cama— y por la mañana suelen ser los mejores momentos para la mayoría de las personas.
Repítela para tener más impulso.
Repítela para crear hábito.
Escoge la segunda, la tercera, la cuarta y la quinta cosa más importante 4. Reescribe la lista por orden de prioridad
Si quieres progresar con tu prioridad número uno, tendrás que hacer que se convierta en tu foco de atención cuando sea posible. Al dibujar el círculo potencias esa prioridad —hay algo simbólico cuando resaltas tu decisión—.
Una «lista puede que» te ayudará a evitar las listas interminables de la oficina o de tus proyectos personales.
1. Divide un papel en dos columnas Dibuja una línea en medio del papel para crear dos columnas. La columna de la izquierda será tu fogón principal —es decir, allí anotarás las tareas más importantes—, y la columna de la derecha será tu fogón secundario —con las tareas menos importantes—.
2. Coloca tu proyecto más importante en el «fogón» principal Solo puedes tener un único proyecto, actividad u objetivo en ese fogón. No dos, ni tres: solo uno. En la esquina de la izquierda, arriba, escribe el nombre de tu proyecto más importante y subráyalo. A continuación, anota las tareas para ese proyecto. Aquí deberías incluir cualquier tarea que puedas hacer en los próximos días para avanzar con el proyecto. 3. Deja espacio en la encimera Deja el resto de la columna vacío. Será tentador llenar ese espacio con cualquier tarea que se te ocurra, pero la «lista de los fogones» no está
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La «lista de los fogones» es de usar y tirar, y a medida que voy tachando tareas la voy «quemando»...
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Al anochecer, piensa en el día que ha tenido y evalúa rápidamente su horario para saber qué ha funcionado y qué no, y compara su programa con la manera en que realmente ha empleado el tiempo.
El secreto de Sarah era fijar un horario sólido y predecible planificando el día hora a hora. Usaba un bloc de notas para programar su agenda y evaluar lo que había hecho o no.
escribir mi horario en un papel en blanco, e irlo reescribiendo a medida que las cosas van cambiando y evolucionando.
Empieza realizando una evaluación honesta de cuántas horas de sueño necesitas y cuántas duermes. Me siento mejor cuando duermo de siete a ocho horas —a veces nueve, especialmente en invierno—. Muchos días me levanto alrededor de las 5:30 de la mañana, eso significa que debo irme a la cama sobre las 9:30 de la noche.