More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
Recuperar objetos de entre los escombros sólo tiene sentido si esos recuerdos son valiosos.
Mi equipo puedo ser yo misma. En ese caso la batalla es contra todos.
La decepción tampoco se puede calcular. Qué bueno. Pesa demasiado. Acaso lo único mesurable sean sus consecuencias. Lágrimas. Días sin salir de la cama. La decisión de mudarme lejos, muy lejos de aquella ciudad.
Entre los rotos nos reconocemos fácilmente. Nos atraemos y repelemos en igual medida. Conformamos un gremio triste y derrotado.
El sentido de no pertenecer a ningún lado. Haber perdido a mi tribu. Haberla olvidado. ¿O nunca la había tenido?
Los que crecimos anticipando el desastre inminente aprendimos a identificar a los árboles de raíces firmes, y nos aferramos a ellos como si en sus ramas pudiéramos fundar nuestro nuevo hogar.
Una vez que se secan las lágrimas, los ojos parecen listos para mirarlo todo distinto, como si fuera la primera vez.
Una vez leí que el silencio es una despedida. La primera muerte, en cierto sentido.
