Un cuento perfecto

by Elísabet Benavent

Fuisteis el fantasma de un sueño de verano. Fuisteis un destello breve y bonito. Fuisteis, pero yo aún no lo sabía.

ni lo tenía todo ni lo eché a perder.

Lección vital: nunca te esfuerces en eliminar el prejuicio de los ojos de alguien porque probablemente ve lo que quiere ver.

Y aun teniendo tantas cosas…, lo que más importaba era la tremenda sensación de que no tenía absolutamente nada.

Joder, acabaría ahogándome en mis propias ganas de ser amado.

—El amor no es esperar angustiado a que responda un mensaje ni medir cuánto vales por la atención que te preste un día, a sabiendas de que el viento soplará en otra dirección y ella cambiará de parecer el siguiente.

—Ay, querida. Cuando uno no tiene problemas, se los busca. Y si no… los imagina.

una vez en la vida todos deberíamos darnos el placer de regodearnos en nuestra propia miseria y… otra vez al hoyo y vuelta a empezar.

Echaba de menos la sensación de control sobre mí misma y solo había un lugar en la tierra en el que me sentía dueña y señora: mi trabajo.

Sin embargo…, estaba sola. Sola, solísima. Sola como solo puede estar alguien que ni siquiera se tiene a sí mismo. Como yo.

La vida es caprichosa. No hay destino, hay momentos.

Al parecer soy un pobre chico que se acostumbró a ser mediocre e hizo nido allí, en la mierda, donde se está calentito pero apesta.

Porque a veces las personas que están tristes pueden hacer mucho más que comprenderse.

Un abrazo es el primer acto de amor, pero no siempre respeta el orden. A veces uno solo es capaz de abrazar de verdad cuando ya está todo roto. Otras, sin embargo, como aquella vez, dos personas son capaces de reconfortar un cuerpo al que aún no han amado.

Alguien con miedo a que le toquen más adentro que la piel.

«A veces tu memoria guarda cosas que preferirías no volver a saber nunca, y, por mucho que intentes quitártelas de la cabeza..., siempre vuelven».

—Pues el conocimiento no nos hace libres. Nos hace más conscientes de nuestras propias limitaciones.

Y que gire el mundo en la dirección que a ti te dé la gana.