Un cuento perfecto

by Elísabet Benavent

Lección vital: nunca te esfuerces en eliminar el prejuicio de los ojos de alguien porque probablemente ve lo que quiere ver.

Estoy seguro de que el verdadero lujo no tiene nada que ver con el dinero de una manera material. El lujo, lo que compra el dinero en realidad, es tiempo y libertad.

—Que es de los que te hacen reír, Margot. —¿Y? Eso es bueno, ¿no? —No. —Sonrió con pena—. Esos son los que no se olvidan nunca.

Hay algo en él que despierta la persona que quieres ser y eso… no tiene marcha atrás.

—No somos lo que tenemos. Somos lo que sentimos. —Y lo que hacemos.

el amor no va de crear dependencias, sino de hacer crecer las alas.

—No deberías depender de la opinión de nadie, más que de la tuya.

un tío leyendo me produce el mismo efecto que uno con un bebé. Babeo.

Las historias complicadas siempre lo son. No sé por qué alguien nos hizo creer que el amor lo arregla todo. No es así. Somos mucho más que pulpa de medias naranjas. La mayor parte de las veces el amor no arregla nada, de la misma manera que casarse no arregla un noviazgo que no funciona ni los hijos reconducen un matrimonio roto. El amor nos pone a prueba. No duele, en absoluto, pero casi siempre exige de nosotros mismos más madurez, menos egoísmo, más valentía. No diré que el amor sea complicado, todo lo contrario. El amor es sencillo, es fácil, es divertido…, pero la vida no siempre lo es.

No dejes que nadie te haga creer que lo que no eres es más importante que lo que sí.

nuestro peor enemigo somos nosotros, a veces nos lleva una vida entera.

nunca es tarde para decidir quién se quiere ser.

La vida era eso, que te revolcaran olas más altas que tú y aprendieras de forma instintiva a nadar para terminar cabalgándolas.