Los logros lo justificaban. Ni Alejandro, ni Aníbal, ni siquiera Julio César habían luchado en un terreno tan amplio e inhóspito. Carlomagno habría tenido que duplicar sus victorias para igualar las de Bolívar. Napoleón, en su lucha por construir un imperio, había cubierto menos terreno que Bolívar en su campaña por conquistar la libertad[3]

