23. Armoniza conmigo todo lo que para ti es armonioso, ¡oh, mundo! Ningún tiempo oportuno para ti es prematuro ni tardío para mí. Es fruto para mí todo lo que producen tus estaciones, oh naturaleza. De ti procede todo, en ti reside todo, todo vuelve a ti. Aquél 55 dice: «¡Querida ciudad de Cécrope!» ¿Y tú no dirás: «¡Ah, querida ciudad de Zeus!»?