el gobierno de Álvaro Uribe intentó vender la idea de que la guerra ya había sido ganada y solo faltaba un pequeño empujón. Efectivamente, la muerte de dos comandantes de las Farc, la estrategia de contención y la Operación Jaque, habían creado la idea de que la derrota de las Farc era posible. En la vida real no era cierto, las Farc habían comenzado un proceso de adaptación, en sus zonas históricas comenzaban a hacer ofensivas, pero a nivel urbano se creía en la derrota de la guerrilla.