A la vez, los municipios del Urabá antioqueño comenzaron a descender en la tasa de homicidio, luego de la violenta guerra que se había vivido los años anteriores. Aunque, aún faltaba bastante violencia por ocurrir en esta región del país. Es decir, para el año 2000 y 2001 la expansión paramilitar se había detenido; ya comenzaba el proceso de consolidación.