Para 2008 se podía decir que el ELN había perdido la guerra: había cedido sus territorios históricos, había perdido gran parte de las estructuras del Magdalena Medio; se habían concentrado en el sur de Bolívar; también habían perdido toda la costa Atlántica, solo les quedaban pequeños focos en el Perijá y en el centro del país habían quedado solo con el frente Bolcheviques del Líbano al norte del Tolima. También para 2008 habían logrado ganarle la guerra a las Farc-EP en Arauca y comenzaban a crecer fuertemente en el Chocó.