¿Cómo consiguió el movimiento de mujeres sellar la paz mientras las facciones enfrentadas de los hombres no lo lograban? La historia de Leymah lo dice todo. Cuando las mujeres estaban heridas, eran capaces de asimilar su dolor sin contagiarlo. En cambio, cuando los hombres eran heridos necesitaban hacérselo pagar a alguien. Eso alimentaba el ciclo de la guerra.