Laura Fonseca

93%
Flag icon
En mi propia comunidad, con muchos hombres y mujeres con discapacidades graves, la mayor fuente de sufrimiento no es la discapacidad en sí, sino los sentimientos asociados de ser inútiles, sin valor, poco apreciados y nada queridos. Es mucho más fácil aceptar la incapacidad de hablar, caminar o comer solo que aceptar la incapacidad de tener un valor especial para otra persona. Los seres humanos somos capaces de soportar inmensas carencias con una gran entereza, pero cuando sentimos que ya no tenemos nada que ofrecer a nadie, enseguida perdemos el control de la vida.
No hay vuelta atrás: El poder de las mujeres para cambiar el mundo (Spanish Edition)
Rate this book
Clear rating
Open Preview