¿Quiero pagarles a mis trabajadores más de lo que sus servicios valen para mí? No. ¿Quiero vender mi producto por menos de lo que mis clientes están dispuestos a pagarme? No. ¿Quiero venderlo con pérdidas, o regalarlo? No. Si eso es maldad, hagan lo que les plazca conmigo, de acuerdo con los estándares que mantengan.