¿Cómo se perdona un daño? Asumiéndolo, no hay más. Sintiéndolo dentro, permitiendo que duela, dejando que pase. No debe olvidarse, pero tampoco puede convertirse en una excusa que dure más que el propio tiempo. De igual modo, el culpable también debe aceptar su error y vivir con él, sí, aunque es igual de esencial deshacerse de esa culpa. Aprender de ella, pero no esconderse en ella.

