¿Sabes qué más me enseñó tu abuelo, Gael? Me enseñó a tener miedo. Sí, no me he equivocado: me enseñó a tener miedo. Me enseñó a recibirlo, a saber cómo llevarlo, a hablar con él, a tolerarlo, a manejarlo e, incluso, a confiar en él, porque el miedo nos enseña cosas de nosotros mismos, cosas que desconocemos o que no queremos ver. El miedo aparece para decir: «Eh, mírame, estoy aquí, en este rincón de tu mente, agazapado; estaba dormido y algo me ha despertado. Eh, ven aquí, dame la mano, sácame de aquí, déjame que respire, que aquí hace demasiado frío. Eh, tú, sí, tú, mírame, ven, tengo algo
...more

