En más de una ocasión, la vida nos pone a prueba mandándonos algo que a primera vista parece dañino, lo que consigue que desconfiemos y no queramos recibirlo. No obstante, el truco reside en darle la vuelta, en cambiarle el significado. No se trata de sacar lo positivo de algo negativo, sino de convertir una amenaza en un salvoconducto. En definitiva, transformar lo que es en apariencia malo en algo sustancialmente bueno.

