¿Qué significa esto para nosotros? Nuestro viaje hacia la completa conquista de la vida abundante nunca será un hecho terminado. Como creyentes que queremos reclamar lo que nos pertenece por derecho, debemos tomar la decisión de dar pasos de fe por el poder del Espíritu, cada día, durante el resto de nuestra vida. Siempre hay territorio nuevo en Dios para cubrir. Este viaje es un compromiso para toda la vida.

