Amigo, no puedo explicarlo, pero puedo decirte, por experiencia y según la Palabra de Dios, que el camino que Él elige (sí, elige) para guiarnos mientras viajamos hacia la vida abundante es, a menudo, más desafiante, más tedioso, más solitario, más indirecto y más costoso de lo que esperábamos. No siempre, pero con frecuencia.

