Pero, por lo general, cuando llegamos a nuestro punto más bajo —en la relación con otros, en los aspectos financiero, profesional, físico, emocional y hasta espiritual—, allí es cuando Dios enciende nuestro corazón de una manera totalmente diferente.
Hoy 27 de mayo del 2019, he llegado al punto más bajo en mi vida. Mi esposo perdió su trabajo, mi hijo se fue a vivir a la otra parte del mundo, mi hija esta sentada todo el dia frente a la computadora. En la Iglesia soy la peor de mi grupo, todo lo he hecho mal, he cometido demasiados errores o me salen mal las cosas. Mis amigas me quieren lejos, no buscan ni quieren compartir conmigo. Los cielos parecen de hierro, ...

