No pude protegerlos de la realidad de mi quebranto. Ni siquiera quería. Quería que ellos vieran mi quebranto para que pudieran verme elegir creer en Dios. Necesitaban experimentar lo que solo Dios puede hacer. Dios se vuelve real de una manera completamente nueva cuando se vuelve tu única opción, y necesitarían de este momento para darse cuenta de esa verdad. Se convertiría en un ancla para su propia fe.

