Josep

6%
Flag icon
Aprendí cómo la testosterona puede imponerse a la sensatez. Interioricé que, de ahora en adelante, el mundo iba a brindárseme así: en forma de escaparate, del que yo sólo tenía que señalar aquello que quería y esperar a que me lo bajaran. Podía comparar, desechar y elegir entre un sinfín de posibles, de juegos y modelos, y además podía hacerlo llorando. Como varón, podía disfrutar de mis caprichos sin tener, a cambio, que renunciar a la queja.
Game Boy. Un libro de ficción, ensayo y privilegio
Rate this book
Clear rating
Open Preview