«En realidad, la ciencia nunca cura el cáncer. Digamos que estamos en tregua con el cáncer, en un alto el fuego. Hay demasiadas clases de cáncer. Igual que en el caso del resfriado común. Tampoco lo curamos. Nos limitamos simplemente a mantenerlo a raya. He ordenado a algunas nanopartículas que atrapen esas células cancerosas. Solo hay unos pocos cientos. Es mera rutina. Pero, si no se realizara esta intervención, probablemente moriría usted en unos siete años», precisa el doctor con un rostro del todo inexpresivo.