—Solo tenemos cuatro años menos que nuestro tío —dijo Idra—. Y si no entendemos, como él no entiende, ¿cómo es que vamos a ser un mejor emperador que él? Setheris le había enseñado a Maia un poco de retórica y lógica, lo suficiente como para ver que a Idra le habían formado mucho mejor en ese sentido.