Había estado observando a los bailarines en lugar de participar, y había observado el avance de Eshevis Tethimar a través del Untheileian. —Atrajo mi atención —dijo el capitán—, porque no bailaba y cuando se detenía para hablar con alguien, siempre era un hombre. Era evidente que era algún asunto importante, pero no nos dimos cuenta de que se trataba de uno mortífero.