LuisaTDH

70%
Flag icon
Hizo sus preguntas con respeto, pero sin piedad, y si la respuesta no era la adecuada, hacía otra pregunta. No mostró ni impaciencia ni decepción, era, simplemente, que no se le podía disuadir. Lo más desconcertante, sin embargo, fue que no tomó notas. Solo escuchó mirando a Maia fijamente a los ojos, y sus preguntas en seguida revelaron que no olvidaba nada de lo que escuchaba.
El emperador goblin
Rate this book
Clear rating
Open Preview