Canción de Navidad (Austral Intrépida) (Spanish Edition)

by Charles Dickens

Si fuera por mí —añadió Scrooge con indignación—, a todos esos idiotas que no hacen más que repetir «¡Feliz Navidad!» los hornearía con su propio pastel navideño y los enterraría con una estaca de acebo[15] clavada en el corazón.

Cargo con la cadena que me forjé en vida

La desgracia, para todos ellos, era, claramente, que querían interferir, para bien, en los asuntos humanos, pero ya habían perdido para siempre esa posibilidad.

estaba tan cerca como estoy yo ahora de ti, ¡porque yo estoy ahora mismo, en espíritu, a tu lado!

La felicidad que nos proporciona es tan enorme como si costara una fortuna...

Tus propios sentimientos te dirán que lo que nos prometía la felicidad cuando pensábamos igual sólo nos amenaza con desgracias ahora que pensamos distinto.

Es justo e incluso espléndidamente útil para el correcto funcionamiento del mundo que aunque exista la infección en las enfermedades y en las penas, no haya nada en el mundo tan irresistiblemente contagioso como la risa y el buen humor.

¿por qué no se comportó como debía en vida? Si lo hubiera hecho, habría tenido a alguien que se habría ocupado de él cuando la muerte llamó a su puerta, en vez de estar allí tirado, agonizando hasta su último aliento, y completamente solo.

Las vidas de los hombres auguran ciertos finales a los que necesariamente se ven abocados si perseveran en sus actos —dijo Scrooge—. Pero si sus vidas se apartan de dichos caminos, los finales cambian.

Scrooge fue más allá incluso de lo que decían sus palabras. Hizo todo lo que prometió e infinitamente más. Se convirtió en un buen amigo, un buen patrón, y en un hombre tan bueno como el mejor que se hubiera conocido en la vieja ciudad, o en cualquier otra vieja ciudad, pueblo o barrio del viejo mundo. Algunos se reían al ver semejante cambio en él, pero él dejaba que los demás se rieran a gusto, y le traía sin cuidado, porque era lo suficientemente inteligente como para saber que nada bueno ha ocurrido jamás en este mundo, desde siempre, de lo que la gente no se haya reído a carcajadas al principio.