Krishna propuso que Arjuna practicase un tipo de yoga alternativo: el karma-yoga. Hizo una sugerencia sorprendente: hasta un guerrero que luchase una batalla mortal podía conseguir la moksha. Para conseguirlo, debía disociarse del efecto de su acción: en este caso, la batalla y la muerte de sus parientes. Como cualquier yogui, el hombre de acción (karma) debía abandonar todo deseo.

