Zulma Gomez

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A menudo escuchamos a numerosas esposas quejarse de sus cónyuges y acusarlos de ser como «piedras que no sienten nada». De igual manera, oímos a los varones afirmar que sus esposas «siempre están histéricas y no piensan». Estas expresiones destacan otra diferencia entre el género masculino y el femenino. La mujer, hasta cierto punto, posee la capacidad de tomar decisiones aun cuando está sobrecargada de emociones. Por el contrario, al hombre le resulta más difícil pensar de forma analítica cuando hay emociones de por medio.
Revolución sexual: Una mirada bíblica y científica (Spanish Edition)
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