Ser capaces de centrase atentamente en el examen de matemáticas resultó que no se traducía en un éxito en los estudios a largo plazo. Este fármaco, explicaba Soufre en 1973, estimula el rendimiento en «tareas rutinarias y repetitivas que exigen atención sostenida», pero «no parece que influya [positivamente ] en el razonar, en la resolución de problemas y en el aprendizaje».

