Los investigadores de la Organización Mundial de la Salud identificaron a 740 individuos como deprimidos, y fueron los 464 no expuestos a medicamentos psicotrópicos (estuviesen diagnosticados o no) los que obtuvieron mejores resultados. Disfrutaban de mucha mejor «salud general» al cabo de un año, sus síntomas depresivos eran mucho más suaves y se consideró que aún estaban «mentalmente enfermos» un número mucho menor de ellos. El grupo que más sufrió de «depresión continuada» fueron los pacientes tratados con un antidepresivo.

