He comprobado las muchas gracias que recibes cuando lo visitas. Él nunca se cansa de consentirte y llenarte de esperanza. Le encanta que lo visiten. Por eso cuando alguien me viene a ver con un problema encuentro la solución más práctica y le recomiendo: “Visita a Jesús en el Sagrario”. Los he visto regresar a verme asombrados,

