Todo cuanto amé (Biblioteca Formentor) (Spanish Edition)

by Siri Hustvedt

Erica nunca me aburría. A veces me irritaba y me exasperaba, pero jamás me aburría.

Ése es el problema de observar las cosas. Nada resulta del todo claro. Los sentimientos y las ideas modelan lo que tenemos ante nosotros.

Cuando mencioné la narrativa oculta en sus obras respondió que, para él, las historias eran como la sangre que recorre un cuerpo: senderos de vida.

Todo le llegará a Matt, pensé, y es absurdo pretender contarle toda la historia para que le resulte más fácil. El cuerpo en desarrollo cuenta con un lenguaje propio, y la soledad es la mejor maestra.

no cabe culpar a las modas de la obsesión contemporánea con la delgadez, toda vez que no constituyen sino una de tantas formas de expresión de una cultura más amplia. En una época que ha conseguido asimilar la amenaza nuclear, la guerra biológica y el sida, el cuerpo perfecto representa nuestra armadura: una armadura acerada, reluciente e impenetrable.

—¿Quieres decir que cualquier cosa puede ser arte si la gente así lo dice? ¿Incluso yo? —Exacto. Se trata de una cuestión de perspectiva, no de contenido.

Las mentiras siempre son dobles: lo que uno dice coexiste con lo que no dice pero podría haber dicho.

las mentiras más espectaculares en absoluto necesitan ser perfectas. No dependen tanto de la habilidad del embustero como de las expectativas y los deseos del oyente.

El hecho de estar vivo es algo inexplicable, pensé. La consciencia misma es inexplicable. En este mundo no hay nada normal y corriente.

«¿Recuerdas cuando me dijiste que tenía unas rodillas preciosas? A mí nunca me gustaron mis rodillas. De hecho, me parecían feas. Pero tus ojos las han rehabilitado. Tanto si vuelvo a verte como si no, tengo toda una vida por delante con dos rodillas preciosas.»

Escribir es un modo de localizar mi hambre, y el hambre no es sino un vacío.