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Lo leí en internet. —Donde todo es verdad, supongo.
Ambos constituían la prueba de que la vida no era más que un breve sueño de una tarde de verano.
Solo él sospechaba que ya era suya, y había sucedido desde aquel primer tímido lametón. Igual que Marian fue suya desde el primer beso.
¿puede uno controlar el modo en que la mente clasifica las cosas? No más de lo que uno podía controlar los sueños.
Así era la vida: te atrapaba y lo único que podías hacer era vivirla.
La vida es un conjunto de hechos que no podemos controlar. Simplemente subámonos al carro y vivámosla.
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