Según los cálculos del Banco de Pagos Internacionales (BPI), Deutsche Bank, UBS y Barclays, tres de los operadores europeos más agresivos en los mercados financieros mundiales, presumían de un apalancamiento de más de 40:1, frente a un promedio de 20:1 en el caso de sus principales competidores estadounidenses. En 2007, antes de que la crisis golpeara con toda su fuerza, el apalancamiento de Deutsche y UBS era de 50:1.50 Incluso teniendo en cuenta que los europeos y los estadounidenses determinan los balances de sus bancos de manera distinta, la diferencia era acusada.