Mientras el mundo se enfrentaba a una crisis financiera de proporciones mundiales, los republicanos eligieron para la vicepresidencia en la candidatura de John McCain a la gobernadora de Alaska Sarah Palin, manifiestamente incompetente, cuya percepción pueril de los asuntos internacionales la convirtió en el hazmerreír del mundo. Y lo peor fue que una gran parte del electorado estadounidense no entendió el chiste. Adoraban a Palin.9