Bloomberg y el senador Charles Schumer suscribieron en mayo de 2007 un informe de McKinsey & Company que alertaba de que la posición de Nueva York como principal centro financiero mundial peligraba a menos que se adaptara a las normas internacionales. «Las conclusiones son claras [...] nuestro marco regulador es una maraña de normas complicadas, en lugar de un conjunto simplificado de principios que todos entienden, como ocurre en Reino Unido y otros lugares.»