Obama estaba contento de afirmar que «[a] todas luces, la cumbre de Londres ha sido histórica».48 Las decisiones que habían tomado eran «más audaces que ninguna otra respuesta a una crisis que se recuerde [...] hay que esperar y ver si son suficientes». Angela Merkel se mostró menos entusiasta. Admitió que se trataba de un «compromiso muy muy bueno, casi histórico. Esta vez el mundo no reacciona como en los años treinta. Es una victoria de la cooperación internacional».49

