La mañana del 7 de octubre, mientras el ministro de Hacienda Darling mantenía una conferencia con los ministros de Economía de Europa para intentar elaborar una política consensuada sobre la garantía de depósitos, el precio de las acciones de RBS se desplomó y hubo que suspender las operaciones. El banco que se había promocionado como el mayor del mundo en fecha tan reciente como la primavera de 2008 podía quebrar en cuestión de horas.85