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A los raros, los locos y los monstruosos Muchos humanos son monstruosos, y muchos monstruos saben jugar a ser humanos. v. a. vale
En eso, su padre tenía razón. Pero los monstruos, los monstruos de verdad, no tenían el aspecto de aquel estúpido adornito del capó. No, los monstruos de verdad eran mucho peores.
«Las personas te usan. Es una verdad universal. Tienes que usarlas, o te usarán a ti».
Hay una gran diferencia, ¿sabes? —dijo Kate—, entre no poder y no querer.
Ojalá pudiéramos volver atrás en lugar de seguir adelante.
Así es la vida, August —dijo—. Tú querías sentirte vivo, ¿verdad? No importa si eres monstruo o humano. Vivir duele.
Quería tener la oportunidad de no ser insignificante. Quería vivir.
