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Con nuestro nacimiento no solicitado, todos heredamos la condición humana de ser seres mentales.
Al comentar los niveles de conciencia, he indicado que una de las desventajas del orgullo es el mecanismo psicológico de la negación. Cada mente incurre en la negación a fin de «estar en lo correcto». Esto engendra la fijación y la resistencia a cambiar que impide que la conciencia media avance mucho más que cinco puntos en una vida.
La mente ni siquiera experimenta el mundo, solo lo que los sentidos le informan sobre él. Incluso los pensamientos brillantes y los sentimientos más profundos no son más que experiencias; en último término, solo tenemos una función: experimentar la experiencia.
La principal limitación de la conciencia es su inocencia.
Una mente que es observada se hace más humilde y empieza a renunciar a sus pretensiones de omnisciencia: entonces se puede producir un crecimiento en la conciencia. Con la humildad viene la capacidad de reírse de uno mismo y de ser cada vez menos una víctima de la mente y más su maestro.
Pasamos de pensar que «somos» nuestra mente a empezar a ver que tenemos una mente, y que es la mente la que tiene pensamientos, creencias, sentimientos y opiniones. Al final, alcanzamos la comprensión de que hemos tomado prestados todos nuestros pensamientos de la gran base de datos de la conciencia, y de que nunca han sido nuestros.
El propio placer de existir madura a medida que ascendemos en la escala de la conciencia.
la pobreza no solo es una condición económica, sino que los «pobres» también son pobres en amistades, en habilidades verbales, en educación, en vida social, en recursos, en salud y en su nivel general de felicidad.
¿cómo sabe uno lo que experimenta la mente? Mediante la observación y la introspección, uno puede ver que los pensamientos no tienen la capacidad de experimentarse a sí mismos, sino que algo que al mismo tiempo es más básico y está más allá experimenta la secuencia de pensamientos, y que el sentido de identidad de ese algo no se altera por el contenido de los pensamientos.
la conciencia está más allá de toda forma y tiempo, y se la considera presente por doquier. Esto se describe como aseidad y, en la literatura espiritual, como «conciencia Yo soy».5 La conciencia no reconoce la separación, que es una limitación de la percepción. El estado iluminado es una Unidad en la que no hay división en partes. Tal división solo es aparente desde una percepción localizada; es algo accidental que solo atañe a un punto de vista.
El campo de la psiquiatría surgió del intento de abordar el origen tangible de los aspectos intangibles de la conducta y de la enfermedad.
En medicina, a los médicos que trabajaban con un paradigma más amplio del proceso de curación, con planteamientos que incluían modalidades no tradicionales, se les dio el nombre de terapeutas holísticos, una designación al principio asociada a falta de profesionalidad en el estamento médico. Pero las contribuciones de los pioneros de este campo, sobre todo en áreas como la recuperación de los ataques de corazón o el uso de la oración para acelerar la curación de pacientes sometidos a operaciones quirúrgicas, exigió un serio reconocimiento.
Las aproximaciones holísticas operan desde un contexto diferente que la medicina tradicional con respecto a la naturaleza de la conciencia humana, pues ponen el énfasis más en la curación que en el tratamiento.
La revelación que Bill W. recibió en las profundidades de la desesperación no procedió de la razón conceptual ni de ningún otro enfoque introspectivo, sino de un salto a la conciencia superior, de un traslado del Ser a la Presencia de Luz y Poder Infinitos.18 El hecho de que esta experiencia transformadora haya traído la curación a millones de personas da testimonio del poder de los campos energéticos que calibran en 600 o más; es decir, el nivel en el que la experiencia de la conciencia pasa de la forma a lo informe.
Es el poder de la pura conciencia misma.
La pura conciencia misma —que se describe como aseidad, Ser o Presencia Yo Soy—
En nuestros estudios, las enseñanzas y otros trabajos que tratan sobre este tema suelen calibrar en 700.
Los estados de verdad espirituales aparecen en el nivel 500 (amor) y continúan hasta el infinito.
Los buscadores espirituales avanzados suelen fluctuar dentro y fuera de esta «presencia del Amado» cuando se aproximan a la iluminación; la pérdida del estado superior y el descenso a otro inferior se identifica tanto en la literatura oriental como en la occidental como la «angustia del alma».5
El trabajo espiritual, igual que otras actividades intensivas —como algunas prácticas deportivas—, puede resultar arduo y a menudo exige el desarrollo de herramientas específicas para la tarea, incluso de una intención muy enfocada y una concentración constante.
El trabajo interno es difícil debido al gran esfuerzo que se requiere para escapar de la gravedad que caracteriza los campos atractores inferiores y someterse a la influencia de los campos superiores.
restricciones a la exposición a los campos energé...
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los campos energéticos por debajo de 200 excluyen la experiencia
todas las enseñanzas espirituales aconsejan mantenerse alejado de los aspectos «mundanos» y sugieren evitar el apego al sexo o al dinero.6
sin un contexto espiritual, la curación es muy improbable.
principio universal es que uno carece de poder hasta que dice la verdad.
la historia revela muchos casos de individuos muy atados por la atracción de campos inferiores que de repente se abrieron paso a los superiores.
dejarse arrastrar por los campos inferiores tiene un efecto catabólico o destructivo.
Cuanto más dualista es el credo, mayor parece ser su vulnerabilidad a las malas interpretaciones.
la esencia espiritual puede confundirse al ser traducida a una expresión física.
cada nivel de conciencia predefine su limitada capacidad de percibir y entender.
Hasta que uno mismo no se ilumina, o al menos hasta que no experimenta los estados superiores de conciencia, todas las enseñanzas espirituales son algo que se sabe de oídas, y por tanto se tiende a la distorsión y a la malinterpretación; es posible citar las Escrituras para justificar cualquier postura.
como el ochenta y cinco por ciento de la población calibra por debajo del nivel crítico de 200, el error se extiende con facilidad y muy pronto se acepta en todo el mundo.
No hay ningún antidepresivo que cure una depresión con base espiritual, porque la enfermedad no tiene su origen en la disfunción cerebral, sino que es una respuesta precisa a la profanación de la vida. El cuerpo es un reflejo del espíritu en su expresión física, y sus problemas son la dramatización de las luchas del espíritu vivificante. Una creencia atribuida a lo que está «ahí fuera» tiene su efecto «aquí dentro». Todo el mundo muere por su propia mano: esto es un dato clínico puro y duro, no una posición moral.
El nivel de conciencia individual está determinado por los principios con los que uno se compromete.
El gran problema de la humanidad como totalidad es la curación de esta ceguera espiritual.
razón, tan vulnerable a la pérdida de perspectiva
nunca ha proporcionado al hombre ninguna sólida certeza moral, ni siquiera intelectual.
La energía del pensamiento humano, aunque mínima, es mensurable. Un pensamiento que emana del nivel de conciencia 100 suele medir entre log 10-800 millones y 10-700 millones de microvatios. Por otra parte, un pensamiento amoroso del nivel de conciencia 500 mide en torno a log 10-35 millones de microvatios.
la verdad es el conjunto de principios que las personas observan en su vida,
hay distintas verdades —subjetiva, operativa, hipotética e intelectual—
Los hechos y los datos pueden resultar convincentes a un nivel e irrelevantes a otro.
El primer efecto de asumir la responsabilidad por la verdad de la propia vida es la elevación de los niveles de energía inferiores a 200, punto crítico en el que nacen el poder y el camino que conduce a los niveles superiores. El coraje de afrontar la verdad conduce a la aceptación, y entonces un poder mayor eleva al nivel 350. Aquí hay suficiente energía para resolver la mayoría de los problemas sociales. Esto, a su vez, transporta al poder aún mayor disponible en el nivel 500, el del amor. Conocer las propias debilidades y las de los demás da lugar al perdón, y después a la compasión. La
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Hacerse más consciente es el mayor regalo que cualquiera puede ofrecer al mundo.