la apatía y de la pena para superar el miedo como estilo de vida, empiezan a querer cosas; el deseo lleva a la frustración, que a su vez desemboca en la ira. Así, la ira puede convertirse en el punto de apoyo que catapulta a los oprimidos hacia la libertad. La furia a las injusticias sociales, a la victimización y a la desigualdad ha creado grandes movimientos que han producido cambios importantes en la estructura social.