La felicidad se consigue al resolver problemas. La palabra clave aquí es resolver. Si estás evadiendo tus problemas o sientes que no tienes ninguno, entonces te harás tú mismo miserable. Si sientes que afrontas problemas que no puedes resolver, igualmente serás miserable. La salsa secreta consiste en resolver los problemas, no en «no tener problemas desde un principio».