¡Ningún producto de la agricultura tiene nada de natural para un ecologista! ¡Seleccionas un ecosistema complejo, lo troceas en rectángulos, lo despejas y lo machacas sin tregua! ¡Destrozas su suelo, lo allanas y lo empapas con grandes cantidades de agua constante! ¡Luego lo llenas de monocultivos uniformes de plantas profundamente dañadas e incapaces de vivir por sí mismas!