Pero como todo sentimiento “incómodo” la culpa cuando no se sabe manejar, bien porque nos cuesta mucho asumir el error que cometimos o bien porque no queremos tomar responsabilidad de sus consecuencias, tiende a ser trasladada (o como dirían los psicólogos, “proyectada”) con la finalidad de bajar la tensión emocional y poder seguir adelante más o menos tranquilos.

